La práctica de la activación Kundalini se basa en despertar la energía divina de nuestro cuerpo, esa energía vital con la que venimos al mundo y que con malos hábitos, pensamientos limitantes, emociones aflictivas, influencias negativas, mala alimentación y un largo etcétera se va aletargando, quedando prácticamente dormida y con ello manteniéndonos anestesiados y al margen e ignorantes de nuestra grandeza más sublime.Y aquí es cuando presentamos a la esencia vital, al tesoro dormido que cuando llamas a su puerta, despierta y te sacude, a veces fuertemente para desprenderte de todo ese peso psicológico-emocional, social-moralista e increíblemente limitante que hemos arrastrado desde nuestra infancia haciendo de nuestra grandeza sublime, salvaje y maravillosa, una caricatura dócil, maleable y temerosa de nosotros mismos.
La Kundalini, es una energía que reposa y duerme en el sacro (base de la columna) con una forma circular, enroscada como una serpiente.
Los yoguis visualizan como esta serpiente durante la práctica, va despertando y ascendiendo por la columna vertebral hasta llegar a la zona de la coronilla, accionando cada interruptor en cada chakra hasta la glándula pineal, encendiéndola como una pequeña bombilla llegando de esta forma a estados de conciencia elevada, generando lucidez, despertar, conexión, conocido este estado como: Iluminación, aunque yo prefiero llamarlo despertar.
El cuerpo, siempre tan perfecto, tiene carreteras y conductos diseñados específicamente para esta energía. Estos canales se llaman Nadis.
Los Nadis principales son: Ida, Pingala y Sushmana.
Sushmana es el canal central por la cual asciende La Kundalini. Este Nadi nace en la base de la columna (detrás del ano) y está ligado a la médula espinal, es imperceptible y sutil. Allí, se unen los otros dos nadis nombrados anteriormente Ida y Pingala a éste Sushmana, ascendiendo juntos hacia la coronilla, cada uno por su canal correspondiente.
Con la práctica de meditación, Kundalini Yoga, activación, presencia plena, etc… se consiguen pequeños destellos de iluminación.
Pero no quiero cerrar este apartado sin nombrar, que no solo encontramos a La Kundalini en la activación Kundalini, aunque la palabra Kundalini proviene de la tradición yóguica encontramos referencia de esta energía en todo el mundo y en todas las culturas de la historia.
La podemos encontrar en antiguos escritos Tibetanos e Hindúes, en Sumeria, China, en el Cristianismo, Judaísmo, en los tratados de Alquimia, en el Hermetismo, Ocultismo, en México, en las cultura Maya y Azteca con su Gran Dios Quetzalcoalt y su serpiente emplumada. En los aborígenes australianos o las tribus de América del norte como los indios Hopi.
La activación del Kundalini implica el despertar de esta energía latente mediante la práctica de una meditación activa especializada. La regularidad en la aplicación de esta técnica puede conducir a la manifestación de esta fuerza energética en el cuerpo, desencadenando cambios significativos en la vida del practicante tanto a nivel físico, energético, emocional y psicológico.
EXPERIENCIA Y BENEFICIOS DE ESTA PRÁCTICA.
La experiencia de activar la Kundalini varía de persona a persona. Algunos pueden sentir una intensa sensación de calor o frío en el cuerpo, mientras que otros experimentan euforia o profunda paz interior, pena, llanto o risa, rabia, gritos, movimientos involuntarios, orgasmos, entre otros. Además de las sensaciones físicas, esta activación puede generar cambios emocionales y mentales, liberando bloqueos, eliminando miedos o traumas, elevando la autoestima, estimulando la creatividad y mejorando la claridad mental, la determinación y la concentración.
Es esencial destacar que la activación de la Kundalini puede ser un proceso desafiante. Síntomas como insomnio, ansiedad o problemas digestivos pueden surgir, haciendo imperativo contar con la guía de un facilitador experto experimentado, alineado y trascendido para asegurar un proceso seguro y efectivo, así como, una integración correcta en la vida del individuo.
En resumen, activar la Kundalini es una experiencia poderosa y transformadora que, cuando se realiza con precaución y la guía adecuada, puede conducir a una mayor conexión interna, bienestar emocional y físico, así como a una vida más plena, sana y satisfactoria a todos los niveles, conllevando a veces cambios drásticos que ocurren de forma natural en nuestra vida y los cuales nos llevan a alcanzar esa plenitud tan anhelada, felicidad absoluta, control de nuestras emociones, inteligencia y gestión emocional, mejora en la salud y mayor energía y vitalidad.
EL PAPEL DEL/LA FACILITADOR/A EN LA CEREMONIA.
El papel del facilitador es esencial para ayudar a los asistente a experimentar este proceso transformador de una forma segura y cuidada, sosteniendo y activando la transmisión de 2 energías: la energía kundalini o energía vital y el estado de conexión ( advaita ) o no-dualidad, que no es otra cosa que un concepto que abarca más que una unidad, el todo, más allá de estas doctrinas y desde el shivaismo de cachemira, se refiere a varias corrientes de pensamiento relacionadas entre sí.
La labor del facilitador comienza con su propia meditación y limpieza minutos incluso horas antes de recibir a los asistentes, limpia el entorno o la sala, realiza sus rezos o moyugbas según sus creencia y llama a sus guías o cordón espiritual para que le asistan durante la ceremonia, creando un espacio seguro y propicio para el proceso. Durante la sesión, ambientada con su música seleccionada especialmente para la ocasión, puede usar esenciales, aromas, aguas floridas, atados o inciensos antes, durante y después de la sesión.
El Facilitador no le da ni quita energía a los asistentes, sino que activa y guía su propia energía Kundalini para que esta fluya a través de sus cuerpos. Puede además tocar o presionar ciertos puntos, meridianos o chakras en los cuerpos de los participantes. Su labor es hacer que los asistentes experimenten en confianza esa travesía, a veces dura, por un mar de emociones, sensaciones o sentimientos de forma segura y sintiéndose acompañados, amados, comprendidos y seguros durante todo el proceso. Y eso es lo que sucede en el exterior, además de las reacciones emocionales o de movimientos, gritos, bailes o risas de los participantes, por supuesto. Lo que sucede en el interior del participante, sin embargo, es algo que cada individuo siente, explica y experimenta de forma muy personal y diferente cada vez. Cada persona experimenta cada sesión de forma diferente, no hay dos sesione iguales.
También, finalizada la sesión, el Facilitador abre un espacio seguro de diálogo para que cada uno pueda contar las experiencias individuales vividas, así como también darles a quienes asistieron, una interpretación sobre la experiencia vivida, recomendaciones para la integración en su vida diaria y reflexiones finales.
LA IMPORTANCIA DE ELEGIR UN/A BUEN/A FACILITADOR/RA
La importancia de elegir un buen facilitador es fundamental, ya que es la persona que te debe guiar en un proceso muy importante de crecimiento y mejora a todos los niveles en tu vida, por eso debes elegir un facilitador o facilitadora que realmente esté alineado y sea coherente sin ser extremista, es muy importante observar la imagen de vida que proyecta, como vive, a qué se dedica, como es su libertad financiera, su salud, su estado físico, sus hábitos, debe ser una persona recta pero flexible, su humildad debe estar por encima de su ego y su sinceridad por encima de su diplomacia, un buen facilitador te dice lo que debes escuchar, no lo que quieres escuchar. Un buen facilitador no te juzga, no tiene doble moral y sobre todo quiere que la gente que asiste a sus sesiones realmente prosperen y mejoren buscando siempre apoyar en medida en que le sea posible a cada una de las personas que ponen su camino del crecimiento en sus manos sin confundir el ego con el justo reconocimiento.
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